LAS RAPACES SON LAS PRINCIPALES VÍCTIMAS DEL VENENO

Pero no son las únicas víctimas: 

En España tenemos la suerte de disfrutar de la mayor diversidad de especies de rapaces de Europa. Pero también tenemos la desgracia de que muchos ejemplares mueren víctimas del veneno: quebrantahuesos, milanos reales, buitres leonados y negros o alimoches, entre otras especies, siguen muriendo en silencio víctimas del mortal veneno. 

El veneno no es selectivo y mata en cadena. La gran variedad de animales envenenados demuestra que el veneno es muy poco selectivo. Además de las grandes rapaces, otras aves como abejarucos o cigüeñas, son también víctimas de este delito. Entre los carnívoros destacan por su alta mortalidad a causa del veneno los zorros que, junto a otros mamíferos silvestres como jabalíes, conejos o liebres, representan casi el 3% de los casos.

En busca de soluciones al veneno: 

Para combatir este "depredador" silencioso es necesario poner en marcha diferentes acciones: 

1. Pedimos a las administraciones que cumplan con sus obligaciones, mejoren la normativa y pongan en marcha medidas para luchar contra el veneno, como por ejemplo creando patrullas de agentes especializadas con apoyo de unidades caninas.

2. Iniciamos procesos judiciales contra los infractores identificados, para lograr sentencias ejemplarizantes que disuadan sobre posibles malas prácticas. Tal es el caso de una sentencia llevada a cabo en 2019 en Navarra donde los responsables del mayor caso de envenenamiento de fauna registrado en España son condenados a ingresar en prisión. 

3. Informamos. Llevamos a cabo estudios e informes sobre la problemática para mejorar el conocimiento de las especies afectadas. Puedes consultarlos a continuación.

4. ​Tras años de seguimiento de casos de muerte de rapaces por envenenamiento, hemos detectado las provincias con mayor número de incidencias y puesto en marcha un plan de trabajo que prioriza el control en estas comunidades: Toledo, Ciudad Real, Segovia, Cáceres, Zaragoza y Valladolid. 

5. Centinelas del veneno. Como parte fundamental del trabajo de control y seguimiento, desde WWF, con la colaboración de GREFA, algunas comunidades autónomas y la Fundación Biodiversidad, liberamos ejemplares de rapaces, pertenecientes a especies amenazadas, radiomarcadas con un GPS, antes de liberarlas, para hacer su seguimiento y poder intervenir rápidamente en caso de incidente (electrocución, disparo o envenamiento). Así, se pueden tomar medidas recuperadoras, facilitar la intervención de los agentes de la autoridad y denunciar actos delictivos cuando se produzcan. ​